En lo que va de mes, un centenar de huracanes han sacudido el medio oeste y el sur del país dejando una estela de destrucción y muerte a su paso. Al menos 37 personas han fallecido, en su mayoría en Kentucky, y se teme que la cifra aumente.
Junto a este estado, los más afectados son Ohio, Indiana y Alabama. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha ofrecido ayuda federal para acelerar las labores de rescate y la posterior reconstrucción.
En Indiana, el número de fallecidos asciende a 14. En la localidad de Henryville los tornados arrancaron el techo de la escuela secundaria.
"Los niños y los adultos estábamos juntos en un aula, pero nos asomábamos cada poco. Vimos que venía y nos tumbamos en el suelo y nos protegimos la cabeza con almohadas" cuenta una profesora.
Los equipos de rescate tratan de buscar supervivientes entre los escombros. Para muchas de las personas que han logrado salvar la vida no es la primera vez que pasan por una experiencia similar.
"Creo que durante un tiempo viviré en un apartamento para decidir adónde quiero ir. No es que sea supersticioso pero es como si esto fuera parte de un camino y no quiero volver a pasar por ello" explica un joven de Alabama.
El año pasado, los tornados causaron la muerte a 550 personas en Estados Unidos, un balance sin precedentes en el último siglo.
Fuente: http://fr.euronews.net/