viernes, 27 de junio de 2014

Fondos reservados, el dinero que nunca estuvo allí

  • Todos los años, el Gobierno destina decenas de millones de euros -26,8 en 2014- a los denominados 'gastos reservados', unas partidas que no están sometidas a ningún control público
  • El grueso se lo lleva el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Ministerio del Interior, aunque también Exteriores y Defensa reciben dotaciones
  • No existe manera de conocer el destino de estos fondos, pero fuentes consultadas aluden al pago de redes de confidentes o al abono de rescates por secuestros internacionales como ejemplos más comunes
  • La Comisión de Gastos Reservados del Congreso de los Diputados, conocida como Comisión de Secretos, con un representante de cada grupo político, es la encargada de la supervisión oficial

En un callejón oscuro, dos siluetas conversan en voz baja. Justo antes de despedirse intercambian sobres: uno con información crucial y el otro con dinero. Nada de facturas ni de pagarés. Nada de registros. Tras comprobar el contenido de los paquetes, se marchan por caminos muy diferentes: el primero de vuelta a la comisaría y el segundo a la oscuridad de la noche (y el delito). Agente y delincuente –o confidente, como prefieran- unidos por una buena causa y haciendo piña por el éxito de una operación policial. Uno obtiene información valiosa de un malhechor reconocido a cambio de dinero y de garantizar su protección.Cometer un delito para resolver otro. ¿Ficción?

Esta situación con clara raíz cinematográfica tiene, sin embargo, un pequeño anclaje con la realidad. Cada año en España, millones de euros se mueven bajo el epígrafe 'gastos reservados', un dinero que no está sometido a ningún control público -ni tienen justificación documental alguna- y que permite que los Ministerios de Interior, Defensa y Exteriores, además del de Presidencia (por tener bajo su control al Centro Nacional de Inteligencia) dispongan de millones de euros para sufragar unos gastos cuando menos inciertos. En concreto, y tal y como refleja la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014, se trata de unas partidas que ascienden a 26,8 millones de euros. Una dotación congelada con respecto a 2013.

Los PGE recogen bajo la partida 'gastos reservados' unos 26,8 millones de euros, una dotación congelada con respecto a 2013

Los Servicios de Inteligencia, que desde esta legislatura están encuadrados en el Ministerio de la Presidencia que encabeza la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, contarán en 2014 con un total de 19,8 millones de euros para gastos reservados. Esa cantidad consolida el incremento del 11 por ciento que se experimentó en 2013 año con relación a 2012, donde la dotación ascendió a 17,8 millones. Por su parte, el Ministerio del Interior volverá a contar con 6,37 millones, por debajo de los 6,70 de los que dispuso anualmente entre 2009 y 2012. Además, el Ministerio de Defensa dispone de otra partida para gastos reservados en manos de la Secretaría de Estado, que vuelve a cifrarse en 500.000 euros, la misma cuantía que los últimos años. El reparto se completa con los 186.310 euros destinados al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, exactamente la misma cantidad que se viene reservando en los tres últimos años. (La web Dónde van mis impuestos, de la Fundación Civio, indica más claramente estos gastos).

Pero, ¿para qué se usa este dinero?

La Ley post-Roldán

En noviembre de 1995, un Gobierno felipista en estado catatónico, ahogado por los escándalos de corrupción, aprobaba una ley sobre gastos reservados tras el estallido del caso Roldán y de los GAL, dos episodios relacionados directamente con la citada 'caja b' del Estado.

Luis Roldán, en su época de director de la Guardia Civil / Cover
Esa norma –con una última transformación cambiando el nombre de los ministerios que pueden recibir partidas- es la que se encuentra vigente en la actualidad. Dentro de un texto caracterizado por su laxitud, el artículo número 1 define 'fondo reservado' como "aquel que se destina a sufragar los gastos que se estimen necesarios para la defensa y seguridad del Estado. Dichos gastos se caracterizan respecto a los demás gastos públicos por la prohibición de publicidad y por estar dotados de un especial sistema de justificación y control". Además, dichos fondos "tendrán la calificación de secreto, de acuerdo con las leyes vigentes en materia de secretos oficiales".

En cuanto a la responsabilidad del reparto, corresponde "exclusivamente" a los titulares de los departamentos ministeriales, de acuerdo con sus específicas características, determinar la finalidad y destino de estos fondos y las autoridades competentes para ordenar su realización. Es decir, dictarán, previo informe del Interventor General de la Administración del Estado, las normas internas necesarias para asegurar que el uso de los fondos procedentes de los créditos de gastos reservados se realicen conforme al uso para el que están destinados. ¿Qué uso? No lo sabemos.

Confidentes y secuestros

Uno de los puntos más polémicos de los gastos reservados, sobre todo a causa de su truculenta historia en España, es si realmente se usan para realizar pagos a redes de confidentes relacionadas con el mundo delincuencial. Tradicionalmente estos fondos se han vinculado con el narcotráfico y el terrorismo y últimamente también aparecen cuando se habla del pago de rescates de españoles en el extranjero, como en el reciente caso del buque español secuestrado por piratas somalíes. No en vano, CNI y Ministerio del Interior acumulan el grueso de las partidas. Debido a esto, surge la pregunta lógica: ¿hasta qué punto está justificado realizar un pago con dinero público a un delincuente a cambio de resolver otro delito?

Fuentes policiales consultadas por Información Sensible insisten en que "no existen 'cajas b' o 'fondos de reptiles' en las comisarías" y en que "no se paga a confidentes en ningún caso", al menos no lo hacen los agentes rasos. Sin embargo, sí se reconoce la existencia de colaboración con delincuentes y del juego de pactos, "pero solo relacionados con la reducción de una posible pena a cambio de su cooperación si el potencial confidente ha sido detenido".

Tradicionalmente estos fondos se han vinculado con el narcotráfico y el terrorismo y últimamente también aparecen cuando se habla del pago de rescates de españoles en el extranjero

Otra cosa es que ese dinero se mueva en otros niveles. Las mismas fuentes del entorno policial aseguran que "sí existe un movimiento de dinero serio", pero en muchas ocasiones vinculado a "grandes operaciones internacionales", en las que intervienen policías de varios países. Por ello, en muchas ocasiones "no sabes si la persona con la que estás tratando en un confidente o un agente infiltrado, ya que la legislación de otros países es mucho más permisiva con las posibles retribuciones a delincuentes o terroristas a cambio de resolver casos muy importantes".

Además, el hecho de no tener que realizar una justificación documental de dichos gastos, en ocasiones da lugar a ciertas suspicacias. Otras fuentes consultadas aseguran que en el control interno de los gastos reservados se realiza mediante una especie de facturas o recibos que se destruyen en quince días. Sin embargo, este rastro en ocasiones "se puede utilizar como arma arrojadiza si finalmente alguien se reserva una copia, debido a que el destino de este dinero en ocasiones puede que no sea todo lo moralmente lícito que cabría esperar de un representante público", aseguran las citadas fuentes, que por razones obvias no quieren que su identidad sea revelada.

La 'Comisión de los Susurros'

Conforme a la legislación vigente, los titulares de los ministerios que disponen de fondos reservados comparezcan ante el Parlamento para dar cuenta de la utilización de estas partidas, al menos una vez al año. Dado que se trata de fondos de especial naturaleza, el Gobierno sólo informa en sesión secreta y ante una comisión de la que sólo forman parte un diputado de cada grupo parlamentario elegido por una mayoría cualificada del Pleno del Congreso. Se trata de la denominada Comisión de Secretos, oficialmente conocida como Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados, comandada por el presidente del Congreso, Jesús Posada.

Las sesiones de la Comisión serán en todo caso secretas y sus miembros vendrán obligados a no divulgar las informaciones obtenidas. Además, con carácter anual, la Comisión podrá -así lo especifica la ley literalmente- elaborar un informe para su remisión a los presidentes del Gobierno y del Tribunal de Cuentas.

Fuente: http://www.zoomnews.es/341460/actualidad/espana/fondos-reservados-dinero-que-nunca-estuvo-alli