domingo, 15 de junio de 2014

Los gobiernos empiezan a gravar y confiscar el dinero de cuentas bancarias cuyos titulares no realizan operaciones durante un tiempo determinado

La palabra ‘Creatividad’ no suele ir asociada a la palabra “gobierno”. Más bien lo hacen palabras como burocrático, incompetente o corrupto.


Pero hay una área en la que los gobiernos, y especialmente los que están en bancarrota, tienden a ser excepcionalmente creativos: la búsqueda de formas nuevas de robarle el dinero a los ciudadanos.

En los últimos años, una de las formas más creativas de hacerlo ha sido confiscar lo que consideran cuentas bancarias “latentes”, es decir, cuentas sin ningún tipo de operaciones durante un período de tiempo especificado.


El Reino Unido fue el primero en implementar esta idea con una ley creada en 2008. Fue aprobada justo en el momento en que el sistema financiero se derrumbaba.

En dos años, la Asociación de Banqueros Británica estima que la ley podría haber permitido recaudar un total de hasta 600 millones de dólares.

A principios de este año, Japón puso en marcha una iniciativa similar, gravando las cuentas bancarias inactivas. El gobierno japonés espera que el movimiento les permita recaudar 500 millones de dólares anuales.

Ambos, al menos, en el caso de Japón y el Reino Unido tienen umbrales a largo plazo.

En Japón, van a apoderarse de una cuenta si ha permanecido inactiva durante más de 10 años. En el Reino Unido, si lo ha estado 15 años.

Lo preocupante del caso, sin embargo, es el hecho de que el Estado no sólo puede elaborar leyes para confiscar cuentas bancarias inactivas, sino que además puede manipular a conveniencia los plazos.

Por ejemplo, Australia, aprobó una ley el año pasado para reducir el plazo de incautación de cuentas inactivas, rebajándolo de siete años a tan sólo tres.

Desde la aprobación de esta ley, el gobierno australiano se ha apoderado de la friolera de 80.000 cuentas por un total de 337 millones de dólares (249 millones de euros)…más de lo que había incautado en las cinco décadas anteriores juntas.


Todo esto representan precedentes internacionales que pueden trasladarse, tarde o temprano a países de la Unión Europea o del resto del mundo.

Quizás el precedente más preocupante de este tipo de maniobras, lo encontramos en el estado de Georgia, en EEUU.

¡Allí, el plazo se establece en tan solo un año!

En otras palabras, si usted tiene una cuenta bancaria en Georgia y no la toca durante doce meses, el gobierno del estado va a cobrarle impuestos por ello.

Un muy mal precedente…¿cuánto tardarán en imitarlo en España?

Este tipo de políticas son muy discutibles.

Por ejemplo, pone en cuestión el principio fundamental de la propiedad privada. ¿Cómo puede algo ser tuyo, si el Estado puede legislar y aprovechar su autoridad para apoderarse de ello?

Es sólo otro ejemplo de cómo el sistema aplasta cada vez más los derechos individuales…