Mientras oraba al levantar un ayuno junto a mi esposo, oré en ese instante por Nueva York y en ese mismo instante Dios me llevó en espíritu allá mismo y estaba yo parada en la calle 172 st. y Fort Washington, en Manhattan, (Washington Heights) Y estando yo allí, vi como entraba una ola inmensa que bajaba desde la 172st., proveniente de la av. Broadway la cual es paralela a la av. Fort Washington y chocaba con mas agua que llegaba del otro lado al cruzar la calle, proveniente de la av. Heaven esquina 172 st. ...(los que han ido allí conocen esa famosa zona en Washington Heights)... y fue aterrador para mi pues era como si yo estuviese allí cuando pasaba y me asusté mucho y solo pude lanzarme a llorar en los brazos de mi esposo mientras veía esto y pedir piedad a Dios.
Hermanos de Nueva York...algo triste va para Nueva York...busquen mas de El...dejen tanto afán y dedíquenle tiempo a Dios. Nueva York esclaviza a uno, yo viví un tiempo allí; esa ciudad convierte las personas en robots y a otros los pervierte más si no son fuertes en Cristo.
