Llegan noticias desde Filipinas, después del cataclismo causado por el tifón Haiyan, testimonios de supervivientes afirman que: Un trago de agua potable vale mas que el oro y que se mata por un trago o que el bandidaje perpetrado por miembros de la guerrilla filipina marxista NPA y de personas hambrientas desesperadas ha aumentado "No piden dinero, pero estás muerto si sospechan que tienes comida", se han producido saqueos y robos a los cooperantes de las ONG que tratan de ayudar a los supervivientes. En muchas zonas arrasadas por la catástrofe, se respira un olor a muerte causado por los numerosos cadáveres aún sin enterrar unido a la falta de higiene y de agua potable, completan un panorama desolador. Esto es un adelanto, de lo que se podría producir en un futuro no muy lejano, en otros lugares del planeta.
El Tyfon Haiyan, o “Yolanda”, como es llamado localmente – y que impactó el sudeste de Asia la semana pasada, devastó las islas del norte de Filipinas.
Saqueadores y alborotadores armados estan causando inestabilidad en la zona de Tacloban. Funcionarios del gobierno insisten por su parte que todo lo que llega va a parar a las personas más necesitadas:
“Tacloban depende casi completamente de suministros y evacuación que es realizada por sólo tres aviones militares de transporte que operan en las inmediaciones de Cebu.
El presidente Aquino dijo que 24.000 paquetes familiares de alimentos se han distribuido en Tacloban, mientras que 18.7 mil millones de pesos (US$ 430 millones) se habían sido apartados de fondos para desastres, fondos de contingencia, y el ahorro para de los lugares afectados por Haiyan. Dijo que 22 países han suministrado ayuda “.
No es así, dice un residente: “La gente ha recurrido a comer a las ratas y perros callejeros.”
Patrick Hothersall, un residente estadounidense originario de Chicago y cuya esposa Naume estaba en la ciudad cuando se produjo el tifón, dijo a Epoch Times a través de correo electrónico que ha recibido información de que la situación en MacArthur se ha vuelto tan intensa que están comiéndose a los animales.
“Antes del tifón había sequía y una plaga de ratas negras”, dijo. “La gente ha recurrido a comer a las ratas y perros callejeros.”