jueves, 28 de noviembre de 2013

El primer reconocimiento oficial de daño causado por Gardasil, la vacuna contra el papiloma, desata una oleada de demandas

La Administración francesa ha reconocido por vez primera la relación directa entre la vacuna Gardasil, desarrollada por los laboratorios Sanofi Pasteur MSD contra el virus del papiloma, que protege teóricamente contra el cáncer de útero. La comisión regional de conciliación e indeminización de accidentes médicos de Aquitania ha validado por vez primera el nexo de causalidad entre la vacuna de Gardasil puesta a una niña de 15 años y una reacción de inflamación aguda del sistema nervioso, habiéndole causado una segunda inyección (la vacuna consta de tres) un desequilibrio del sistema inmunológico, imponiendo a Sanofi pagar una indemnización.


Este reconocimiento ha fortalecido la interposición de una demanda en un juzgado francés contra Sanofi y la Agencia del Medicamento, donde hasta ahora no se habían admitido ninguna por falta de reconocimiento médico oficial, y se espera una avalancha de denuncias en todo el mundo.

La Asociación Española de Afectadas por la Vacuna del Papiloma interpondrá 5 demandas en diciembre

En España, al igual que en todos los países donde se ha decidido alentar la vacunación, han surgido muchas protestas y reclamaciones de daños, nunca atendidas hasta ahora. El precedente francés refuerza las 5 demandas que prepara el abogado, experto en pleitos por medicamentos, Francisco Almodóvar, según ha declarado a La Celosía. El despacho Almodóvar &Jara se encarga del apoyo legal de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma.

La vacuna  (hay dos Gardasil y Cervarix) contra el papiloma no tiene una eficacia completamente demostrada y de hecho se recomienda a las mujeres vacunadas que se sigan sometiendo a los exámenes preventivos de útero, según sus críticos. Autorizada en España desde 2007, está  no obstante recomendada por el ministerio de Sanidad desde 2007, siendo financiada por la Seguridad Social con gratuidad para las niñas de entre 10 y 14 años (se recomienda vacunarse antes del inicio de las relaciones sexuales).

Sanofi y las Agencias del Medicamento consideran que no hay evidencia científica de daño de la vacuna

La vacuna está muy vigilada por las autoridades sanitarias. En España, la web de la Agencia del Medicamento responde con 57 entradas cuando se requiere información con el nombre Gardasil.  Como todas las vacunas comporta riesgos  y lo que hay que valorar es si merece la pena cubrir a la mujer frente a un cáncer de útero que pueda desarrollar 40 años después de la vacunación.  En 2009, la Agencia decretó una alerta por haberse producido en la Comunidad Autónoma Valenciana 2 casos de adolescentes que experimentaron crisis convulsivas severas inmediatamente tras la administración de la segunda dosis. Finalmente se consideró que no había evidencia científica suficiente sobre la causalidad.

El problema es que llueve sobre mojado y las vacunas son un gran negocio (las ventas de Gardasil superan los 1.000 millones), habiéndose producido escándalos como el de la preventiva de la gripe asiática de hace pocos años.  Los datos médicos indican que menos del 0,1% de las personas vacunadas sufren efectos secundarios y de estos solamente uno de cada cinco es grave: esclerosis múltiple, sistema inmunológico, inflamaciones en la piel, etc. Sanofi insiste en que no hay ninguna evidencia científica que prueba la relación causa-efecto, aunque en el caso aceptado por la Admnistración en Francia se trataría más bien de coadyuvar a que se desencadene la enfermedad. 

El pasado mes de junio, las autoridades sanitarias de Japón decidieron no suspender la vacunación, pero sí la recomendación de ésta alegando que algunas adolescentes habían presentado cuadros de dolor crónico.



Gonzalo Garteiz/ lacelosia.com

Gracias a b&W por mostrarnos este artículo