sábado, 30 de noviembre de 2013

México, un país "atacado por Satanás"



El supuesto exorcizado era un mexicano, de quien se dijo estaba atormentado por varios demonios. El principal exorcista del Vaticano, el padre Gabriel Amorth, salió de inmediato a confirmar el hecho. Pero el portavoz de la Santa Sede lo negó poco después.

Dejando a un lado la veracidad o no del incidente, lo cierto es que la curiosidad ya se había despertado en mí. Mientras más leía más descubría que lo que erróneamente asumí era una práctica ancestral en desuso y limitada al cine, se sigue utilizando. Y además se usa para combatir a la narcoviolencia que está desangrando México.

Equivocadamente pensé que el acceso a exorcistas y exorcismos sería vetado.

Pero los sacerdotes que me recibieron eran muy serios en torno su trabajo de "luchar contra el demonio".

Como me dijo el padre Ernesto Caro en Monterrey: incluso dentro de la Iglesia hay quienes dudan que el diablo existe, pero es algo muy real.

Eso no quita que esta investigación haya sido inusual.


Cara a cara con el "diablo"

Durante un exorcismo masivo un sacerdote dejó a tres supuestos posesos retorciéndose en el piso porque le habían avisado que la cena estaba servida y se enfriaba.

""El diablo" quiso saber nuestros nombres antes de irnos...
No se los dimos y nos despedimos torpemente."
"Nos vemos la semana que viene", les dijo.

Más raro aún fue lo que sucedió a continuación.

Una de las "poseídas" se unió a la cena, a la que habíamos sido invitados.

Y mientras devorábamos unas suculentas empanadas, el sacerdote y el "demonio" dentro de la mujer hablaban y discutían a la vez.

En ese momento nos levantamos de la mesa, pero "el diablo" quiso saber nuestros nombres antes de irnos... No se los dimos y nos despedimos torpemente.

El exorcismo, me queda la impresión, es algo muy serio para algunos y no tanto para otros en México.

El único punto de encuentro entre ambas visiones es que sería algo ampliamente aceptable si efectivamente logra ayudar a la pacificación del país. Algo que católicos y no católicos desean enormemente.

Vea en este documental de BBC Mundo por qué esta práctica está ganando cada vez más adeptos.