Se instituirá un sistema mundial de “tarjetas de crédito ambulantes”. Se implantarán números invisibles en la frente y el antebrazo, y solo los instrumentos exploradores fotográficos (ndr: scanners) podrán detectar los números. Los números podrán ser asignados en tres grupos de seis dígitos cada uno. Esta “marca” será requerida de todos y nadie podrá comprar ni vender sin tener el número tatuado invisiblemente.