sábado, 20 de julio de 2013

España no tiene un problema sino que tiene tres: Monarquía, PP y PSOE

La portada del periódico El Mundo es un fiel reflejo de la situación de corrupción que asola a España. El poder político en su totalidad está envuelto en casos de corrupción: La monarquía, el PP y el PSOE. 
La Casa Real española y los dos partidos políticos mayoritarios no son la solución al problema de los ciudadanos españoles sino un problema, mas bien diría que tres problemas.

El PP de Rajoy se escuda en la mayoría absoluta obtenida en las últimas elecciones generales pero es evidente, que la mayoría de sus votantes no dieron su confianza a este partido político para subir impuestos, realizar recortes sociales, flexibilizar todavía mas, el mercado laboral, financiar su partido de forma ilegal y enriquecerse mediante tramas de corrupción con sobresueldos en dinero negro.

Lo mismo se puede decir del El PSOE que también está envueltos en casos de corrupción y que no representa una opción mejor que el PP.

Ambos partidos políticos (PP y PSOE) carecen de doctrina, sus bases no cuentan para nada y son incapaces de articular una crítica o una alternativa a la formada por los dirigentes de sus partidos salpicados por casos de corrupción, que se niegan a abandonar los privilegios que el poder les otorga.

La monarquía española, mientras ofrece un discurso a la ciudadanía de que "la justicia es igual para todos" y que hay que apretarse el cinturón, las noticias de enriquecimiento ilegal y de un tren de vida repleto de lujos es evidente. Existe la sensación de que los miembros de la Familia Real española acusados de delitos de corrupción saldrán practicamente impunes, aunque el desgaste de la monarquía española es irreversible y la institución tiene los años contados.

El régimen se está desmoronando y los grandes bancos internacionales de inversión se arrogan el derecho y el deber de colocar a sus títeres en un futuro gobierno de España. En un informe de JP Morgan Chase, resalta que la demolición de las democracias de los países del sur de Europa, incluida España es algo necesario y eso también incluye acabar con los privilegios del poder político visible en España: Monarquía, PP y PSOE.