domingo, 19 de febrero de 2012

Preppers para el fin del mundo como lo conocemos

La cultura de la supervivencia o survivalismo en USA está muy extendida. Un norteamericano me lo confirmó hace tiempo, hay centenares de miles de personas, quizá millones, fuertemente armados, que se preparan para una serie de cataclismos naturales o no: guerra nuclear, crisis económica irreversible, saqueos y disturbios. Se preparan concienzudamente ante la posibilidad de que ocurran tales eventos. Su perfil psicológico corresponde a gente buscan la seguridad extrema tanto para ellos como sus familias, son perfeccionistas al detalle y necesitan tener un plan detallado pues odian la improvisación. Están dispuestos a usar armas contra posibles atacantes que quieran robarles sus provisiones o recursos, algunos tienen experiencia militar y han sido veteranos de guerra y para ellos se convierte en una forma de vida, el hecho de estar siempre en alerta máxima ante lo que pueda ocurrir. Este excelente documental es prueba de ello, se observan a varias familias prepararse de modo intenso para el fin del mundo como lo conocemos, como dijo uno de ello.



Preparados Para El Fin Del Mundo Parte 2

Preparados Para El Fin Del Mundo Parte 3

Preparados Para El Fin Del Mundo Parte 4

En este pequeño reportaje ofrecido por un programa de TV español, vemos un refugio propiedad de un particular y construido por el mismo de motu propio y ubicado en España, es un documento videográfico bastante insólito, pues la cultura de los preppers no ha llegado a España y son una minoría marginal en ese país, donde es habitual que se les tache de psicóticos paranoicos. Quizá en países de Norte de Europa y sobre todo en Suiza, donde por ley, cada familia debe contar con un refugio subterráneo, para el caso hipotético de haber una guerra, otorgando el gobierno suizo subvención para dicha construcción realizada por obreros de empresas suizas en construcción de bunkers y refugios anti-aéreos. De hecho, las construcciones subterráneas de la Libia de Gadafi fueron realizadas por empresas suizas. Y Gadafi llegó a pagar parte del salario a dichos obreros extranjeros, en onzas de oro.